Alguien tenía que decirlo:
Rebobinar un casete con un boli era un rollo.
En los ochenta la gente llevaba hombreras y el pelo cardado.
No se vestía, se disfrazaba.
Marco era un llorica, Heidi gritaba demasiado y Naranjito.á¡¡era una naranja con piernas!!
No tener teléfono móvil era un infierno.
Los columpios eran de hierro oxidado.
El Tragabolas no funcionaba nunca.
En las habitaciones de los hospitalesáde maternidad se podía fumar.Los de La Parroquia hemos decidido acabaráde una vez por todas con esa ideaáde que todo lo de nuestra infancia molabaámás que lo de ahora. Si tú también fuiste a EGBáy piensas que tampoco era pa¿tanto,áeste es tu libro.