Este libro es un relato vivido de 57 días de dominio revolucionario de la ciudad de San Sebastián en el verano de 1936, la capital del veraneo de España desde el siglo XIX. Miles de ciudadanos españoles y extranjeros pasaron, en unas pocas horas, del deseado y merecido disfrute del verano al desastre de la desaparición del Estado; el final de la política. Cuatro decenas de testigos presenciales de todas las ideologías relatan el modo en que vivieron -o padecieron- esos dos meses. San Sebastián se recuerda en la Guerra Civil, en la retaguardia, como un paraíso de descanso, premio y residencia. La capital de Guipúzcoa se conocía como «San Sestabién». Este libro desvela una realidad previa desconocida y mucho más dramática durante casi dos meses de inexistencia de un poder político responsable, nada más desencadenarse la violencia el 18 de julio. Los testimonios que recoge el autor dan cuenta de dos meses dramáticos: miles de veraneantes pretendieron huir de la ciudad o sobrevivir escondidos y otros tantos miles de milicianos intentaron defender Irún y la capital de Guipúzcoa frente al empuje y profesionalidad