DeWitt toma como punto de partida la novela centroeuropea, los antihéroes de Robert Walser y el universo kafkiano, y los mezcla con un protagonista que parece salido de un ´slapstick´ con unas gotas de cine expresionista. El resultado es un ´Bildungsroman´ posmoderno, que combina un humor descacharrante con una profunda mirada sobre las incertezas y perplejidades de un joven ante las paradojas de la vida.