Berlín, 1940, la ciudad está dominada por el miedo. Cuando la cartera Eva Kluge llega a casa de los Quangel en el número 55 de la calle Jablonski, con una carta que les anuncia la muerte de su único hijo en un campo de batalla francés, el golpe es terrible, insoportable. Es el principio de la Segunda Guerra Mundial y toda la ciudad, todo el país y pronto media Europa, vive bajo el yugo del régimen de Hitler.Otto y Anna Quangel se plantean entonces si están haciendo todo lo que está en sus manos para luchar contra el Tercer Reich. Sí, son gente corriente, sin ninguna posibilidad frente al régimen nazi, pero ¿realmente se pueden quedar de brazos cruzados cuando la barbarie se ha llevado a lo que más amaban en el mundo? ¿Pueden compartir el mismo silencio cómplice que la inmensa mayoría de la población?