El sistema mercantil representó históricamente un conjunto unitario que dio lugar a la afirmación del Estado de Derecho, hasta el punto de que la democracia no puede sobrevivir sin el mercado, ni el mercado sin la democracia política. No obstante cuando el poder económico exige un nuevo derecho que reduzca la ley a contrato, el mercado ha entrado en una profunda metamorfosis cuyos contornos apenas vislumbramos.