Un admirador de la soprano Flavia Petrelli ha traspasado la línea que separaáa un fan inofensivo de un seguidor obsesionado. Conoce todos losápasos de su ídolo, dónde se encuentra en cada momento e intenta llamarásu atención colmándola de rosas amarillas y regalos caros. Y lo que esápeor: todo apunta a que está detrás de una serie de ataques sufridos poráamigos y personas del entorno de la diva. La cantante de ópera se encuentraáen Venecia interpretando con éxito Tosca en el emblemático teatroáLa Fenice, así que será sólo cuestión de tiempo que el comisarioáGuido Brunetti, viejo amigo de la infancia que ha ayudado a la artista enáocasiones anteriores, ponga a todo su equipo a su servicio. Eso incluyeáinvestigar en el pasado de Petrelli y conocer el lado oscuro del mundoádel espectáculo, las presiones y la rivalidad que crece detrás del escenario.áComo reconoce la artista, «los fans son fans: nunca son amigos».Peligroso es aquel que nada tiene que perder.
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