François Bizot, miembro de la Escuela Francesa de Extremo Oriente, fue apresado en Camboya por los jemeres rojos, en 1971. Encadenado, pasa tres meses en un campamento de guerrilleros. Bizot fue interrogado, todos los días, por uno de los mayores verdugos del siglo XX, futuro responsable de decenas de miles de muertos, hoy juzgado por crímenes contra la humanidad: Douch. Cuando se produce la caída de Phnom Penh, en 1975, François Bizot fue nombrado por los jemeres rojos intérprete del Comité de Seguridad Militar de la ciudad, encargado de los extranjeros ante las autoridades francesas. Bizot es el testigo privilegiado de una de las grandes tragedias de las que han sido cómplices ciertos intelectuales franceses. Gracias a su espléndido estilo y a un regreso trágico hacia su pasado, el autor nos permite penetrar en pleno país jemer, al tiempo que revela las terribles contradicciones que -tanto en los bosques de Camboya como en cualquier otra parte- condicionan desde siempre al hombre.
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