Había una vez un conejo que sólo sabía decir UNA cosa. Pipí caca. Cada mañana su mamá le decía: ´¡Arriba, conejito!´ Él respondía: ´Pipí caca´. Un día un lobo le dijo: ´¿Puedo comerte, conejito?´ Él respondió: ´Pipí caca´. Entonces el lobo se comió al conejito.