Esta obra fue definida por Benedetto Croce como ´el más antiguo, el más rico y el más artístico de todos los libros de fábulas populares´ y por Italo Calvino como ´el sueño de un Shakespeare napolitano´. Aún hoy, cuando la mayor parte de sus páginas se han integrado en nuestra mitología íntima, este libro amable y brutal, tierno y plebeyo, sabio y popular, sigue siendo una obra maestra casi desconocida.