El oso quería volar y el cuervo quería ser fuerte como un oso. ¿Cómo conseguirlo? La solución parecía sencilla: sólo tenía que cambiar las alas por los brazos y? ¡a volar!? ¿o no? Divertida historia sobre sueños, lealtades y acuerdos incumplidos, con un mensaje claro: todos tenemos cosas de valor en nosotros mismos, sólo es necesario mirar hacia dentro y valorar nuestras capacidades sin dejar de soñar, porque quién sabe si un día... PREMIO VISUAL DE DISEÑO DE LIBROS 2008 CATEGORÍA DE ILUSTRACIÓN