La primera novela de Fernando Alfaro, uno de los músicos de referencia del rock independiente nacional. En un estilo seco, hiriente y lírico —entre la novela picaresca y Céline—, es una suerte de bildungsroman ibérico plagado de personajes inolvidables, de épica carcelaria, drogas duras y amores fugaces que parte de las letras de sus canciones para ampliar su nutrido grupo de personajes atormentados.