¿Piensas demasiado? ¿Te quedas despierta por la noche intentando prever las necesidades de tus hijos o intentando encontrar la manera de atender a tus ancianos padres? ¿No dejas de dar vueltas a las decisiones que ya has tomado en tu vida profesional y a las que supones que tendrás que tomar en el futuro? ¿Tienes pensamientos negativos sobre tu cuerpo y tu salud? ¿Te cuesta recuperarte de la pérdida de tus seres queridos y de los reveses de la vida? Si has respondido afirmativamente al menos a una de estas preguntas, es probable que pienses demasiado. Los estudios realizados indican que no eres la única. De hecho, un número creciente de mujeres padece este problema, que restringe sus opciones de gozar de una vida satisfactoria.
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