«Otra historia de soledad, con una heroína sola frente al mundo; no está en una isla desierta como Robinson, sino en medio de la gente, pero sólo añade dramatismo a la cuestión, el drama de la soledad en compañía, peor aún, de la soledad y el desamparo del que vive rodeado de egoísmos atroces. Robinson Crusoe luchaba con las fuerzas de la naturaleza, con caníbales y piratas; Moll tendrá que luchar con los civilizados ingleses de su tiempo, muchos de ellos personas de apariencia muy honorable. Toda la vida inglesa desfila por las páginas de :Moll Flanders con un brío y una naturalidad que deja atónito al lector. El Destino o la Providencia, la Virtud y el Vicio, el Individuo y la Sociedad, la moral y las flaquezas humanas proyectan sombras muy ambiguas sobre ese relato tan apasionante, vital y paradójico como su propio autor.» Del prólogo de Carlos Pujol