Fascina y hiere. Es siempre mçs inteligente que la media. Es sensible, seductor, grandioso. Pero a veces, de repente, se muestra deprimido e inadecuado a las circunstancias. ÁQuZ quiere el Narciso de las mujeres? En muchos casos lo onico que quiere es que le ayuden a gustarse, gustarse y gustarse. ÁY si un d´a fuese una mujer la que le necesita a Zl? Es aqu´ donde comienzan los problemas, porque el Narciso aspira siempre al absoluto y estç completamente concentrado en haza-as demasiado grandes y heroicas para admitir dudas o distracciones. Este libro, agudo y suelto, abarca una temçtica muy seria, profundizada durante a-os de trabajo cl´nico, y es un autZntico manual de supervivencia: pues cambiar al Narciso quizç sea imposible, pero conseguir convencernos es tambiZn una cuesti-n de elecciones y de estrategias.