Resulta tremendamente práctico tener en casa una mamá robot que se encargue de hacerlo todo... Pero ¿y si un día decidiera ponerse en huelga? Una divertida historia que nos hace reflexionar sobre la igualdad de género, que debería empezar en casa.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información