Aunque los territorios polares avivaron durante siglos la imaginación humana, fueron los últimos reductos que quedaron para la exploración y el descubrimiento hasta bien entrado el siglo xix, cuando los más atrevidos se propusieron rellenar los espacios teñidos de blanco de los mapas. La belleza del Ártico y del Antártico, con sus paisajes helados, fascinó a muchos de aquellos marinos, pero pasó a un segundo plano al contacto con la cruel realidad y el espanto que producía la inexorable presión de los hielos que acababa atrapando sus barcos. La historia de la conquista de los polos -que supera la ficción más abrumadora- está cubierta de heroísmo, dramas y tragedias que convirtieron las dos grandes superficies heladas del planeta en sendos cementerios. :La vida en los confines de la Tierra extrae del rico legado de la exploración polar los testimonios, reflexiones e historias de algunos de sus más valientes protagonistas para inspirar nuestro día a día.