La historia de la ciencia está contaminada por teorías que acabaron demostrándose erróneas. Pero la ´actitud científica´ demuestra que incluso una teoría fracasada puede ayudar a entender lo que distingue a la ciencia. El autor ofrece ejemplos que ilustran tanto el éxito como el fracaso de la ciencia. Explica cómo la medicina pasó de ser una práctica basada en intuiciones o impresiones a convertirse en una ciencia basada en pruebas. Analiza el fraude científico, examina las posiciones negacionistas y escépticas que rechazan los descubrimientos y las conclusiones científicas y arguye que tanto las ciencias sociales como las naturales deben adoptar una ´actitud científica´, la única y poderosa herramienta en defensa de la ciencia.