La autora se propone registrar los discursos sobre la naturaleza—sumergirse en la naturaleza escrita—en los que la unión de lo visible con lo enunciable produce un conjunto dotado de sentido. La idea natural reúne los sueños de los clásicos griegos o medievales, el fervor naturalista que atestiguan los viajes de exploración y «descubrimiento» del Renacimiento, y la fascinación que, durante la Ilustración, culminó con la Enciclopedia.