El autor ha exhumado archivos y bibliotecas, ha revisado los testimonios y la correspondencia que revelan cómo fue la posguerra de los colaboracionistas, sus jefes y sus subordinados, las celebridades y los personajes anónimos. Todos huyen ante el estigma del oprobio, conocen la maldición de los vencidos, temen la hora de su condena. Tantas existencias patéticas acordes con tantas complicidades criminales.