El estoicismo no implica reprimir las emociones ante el dolor o el sufrimiento, sino aprender a reflexionar antes de reaccionar. Se trata de encontrar oportunidades en los desafíos diarios, lo que te hará más fuerte y resistente, y de ejercer el poder de decidir cuánto te afectan la tristeza, el dolor y la ira. Estas son las claves para una felicidad duradera. Usa este cuaderno de ejercicios para aplicar esta antigua sabiduría cada día.