Una misma pirueta da origen a todos los Descuentos: el salto brusco desde la infancia a la madurez (sin ningún alto significativo en la juventud). Los ´descuentos´ descodifican la realidad paradisiaca de la infancia que, de pronto, se ve despojada de su indolencia y sumida en un mundo difícil, ajeno, contrario incluso al soñado por los niños (porque la infancia ve príncipes donde sólo hay sapos). Descuentos y desmanes son dos caras de una misma moneda -la añoranza de un mundo perdido y el grito contra un mundo por perder-, hilos diferenciados de una única red que todo lo abarca y de la que no es posible escapar (porque hasta los sueños están codificados).