En los últimos años muchos estudios han puesto de manifiesto la relación existente entre los componentes de la dieta y el estado inmune del individuo. Esta obra describe los efectos que ejercen los lípidos incluidos en la dieta sobre las diferentes funciones del sistema inmune, así como las consecuencias clínicas derivadas de la ingesta de dichos nutrientes y su implicación en la alteración de la resistencia inmune del individuo frente a microorganismos de naturaleza infecciosa.