El 9 de Octubre de 1997 se celebró el trigésimo aniversario del asesinato del comandante Ernesto Che Guevara. Se pudo contemplar cómo la disputa -siempre presente- sigue viva entre quienes, a través de sus manifestaciones o de su silencio, por convicción o por oportunismo, quieren sepultar, mistificar, distorsionar, ofender, o minusvalorar la herencia teórico-práctica del Che, y quienes -como los autores-, en cualquier rincón del mundo, desean recuperar su herencia, su intransigencia anticapitalista y antiimperialista, su dimensión internacional, sus utopías comunistas, así como su ejemplo eterno, su afán por conocer la realidad circundante. Esta versión de La actualidad del Che, ya traducida a varias lenguas, tiene un mensaje claro: los autores y los editores desean subrayar que la imagen del Che no puede encerrarse en los museos de historia, sino que debe asumirse como estímulo y bandera en las luchas actuales, en la comprensión y en la tranformación progresiva y revolucionaria de nuestras sociedades respectivas y del mundo actual. Asimismo, debe esgrimir en las luchas populares cotidianas, donde podremos encontrar la mejor parte de la herencia y de la validez de sus enseñanzas imperecederas.
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